"Suspense, terror, fantasía, drama… Estos son algunas de los géneros con los que podríamos calificar a una película tan alucinante como enigmática, Posesión (Possession, 1981) participa de todos ellos sin adscribirse decididamente en ninguno, más bien cabría hablar de terror de autor, fantasía transida de cotidianidad o drama delirante, con todo resulta harto complejo encasillar a un film que marcó un hito en el cine europeo de los ochenta por su irreverente subversión de los géneros, pues parte de ellos para transmutarlos sin rubor, desvirgando los cánones clásicos. Posesión constituye una piedra angular de la cinematografía de Andrzej Zulawski, verdadero «enfant terrible» del nuevo cine polaco, que hubo de emigrar a Francia para poner en escena su particular visión de una realidad constantemente amenazada por el lado oscuro. A diferencia de otros grandes cineastas polacos que decidieron emigrar a Europa occidental, como Roman Polanski o Jerzy Skolimowski, Zulawski insiste en retratar la crueldad como cualidad pecaminosa inherente a la naturaleza humana. Esta descabellada e hilarante metáfora sobre el infierno de la pareja no deja indiferente a nadie, lírica y prosaica a partes iguales, consigue cautivar al espectador por una suerte de amalgama de géneros, un cóctel explosivo de sangre (cinemaldito.com)".